Concepción 4 de diciembre de 2011.-
Me gustó ver tu interés por la escritura, algo muy escaso desde siempre.
Una vez hace muchos años escribí un poema similar: era una adolescente, que se asomaba a la vida con temor a la incertidumbre, a lo que venía y solía sentirme sola y desdichada. Tenía mis amores platónicos y me gustaba Raphael, Sandro, Camilo Sesto, Los Iracundos, y todo lo romántico. Leía los 20 poemas de amor de Pablo Neruda y de ahí no salía.
Tenía mucha necesidad de escribir lo que pensaba y sentía.
Pasaron los años y estudié ingeniería, luego informática y dejé de escribir.
Una depresión me llevó a renunciar a todo lo de trabajo y dedicarme a la escritura, fue una decisión que no me costó, lo difícil fue vivir dependiendo de mi marido, con hijos
y una nieta que criar, fui abuela muy joven...
El tiempo me enseñó que para escribir hay que ser una muy buena lectora, para aumentar mi lenguaje, y evitar caer en sentimentalismo.
Me parece grandioso que te guste escribir, para mejorar tienes que leer, no sólo poesía, narrativa. Si lo haces y continúas escribiendo verás que mejorarás, si además asistes a un taller literario, podrás crecer junto a otros y otras con tus mismas inquietudes.
Es lo que puedo decirte como consejo: lee, lee y reflexiona sobre el por qué cada escritor escribe como escribe y qué nos quieren hablar los libros. Crecerás, te lo aseguro.
No te desanimes y sigue adelante.
La literatura no es un medio de vida, ningún arte lo es pero da grandes satisfacciones
que no tienen precio.
Estudia y en forma paralela practica la escritura y la lectura. Fíjate mucho en la forma de escribir de los autores. En las palabras, busca sinónimos, antónimos.
No caigas en el lenguaje de uso común, porque nunca se escribe como se habla.
Te saluda con afecto y aprecio,
Ingrid Odgers
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